DF Lab Opinión/ Educación enfocada en IA, clave para la era digital

¡Exponencial! Así podemos definir el potencial de las nuevas tecnologías, especialmente la inteligencia artificial (IA) generativa, considerada una de las más disruptivas en los últimos años, convirtiéndose en herramienta indispensable para el futuro. Dada esta nueva demanda, empresas y organizaciones buscan atraer profesionales con conocimientos en esta área.

 Si profundizamos en el tema del talento preparado, según un estudio de Randstad ya existen cargos en el mercado laboral con mayor demanda, como Ingeniero en Nube, Desarrollador de Software, Analista de Datos y Especialista en IA y Machine Learning.

 Basado en la creciente demanda digital, nos encontramos con un panorama que requiere una fuerza laboral ágil, dinámica y capaz de adaptarse rápidamente a los cambios y demandas del mercado. En este contexto, la capacitación surge como aliada estratégica, facilitando profundizar en áreas específicas y adquirir habilidades relevantes. Por otro lado, también brinda la oportunidad de reinventarse profesionalmente, aprovechando nuevos roles y tendencias laborales. Ser competitivo en la era digital no se trata solo de aprender a utilizar ciertas aplicaciones o programas, sino de comprender y adaptar los conocimientos adquiridos a diferentes contextos.

 América Latina y el Caribe han mostrado un fuerte compromiso con la preparación en IA. Según un estudio de Coursera las inscripciones a cursos sobre esta tecnología muestran un aumento interanual de 882% en la región. Chile ocupa el segundo lugar en el dominio general de competencias, con destaque en tecnología y ciencias de datos. Además, se ha registrado un aumento del 700% en las inscripciones a cursos de inteligencia artificial generativa, reflejando el liderazgo del país en esta temática.

 Los estudiantes y profesionales han comprendido el valor agregado que brindan las capacitaciones digitales y certificaciones en estas áreas de estudio. Estos los convierten en talentos más competitivos, relevantes y con mayores oportunidades de crecimiento. Además, la democratización del aprendizaje a través de cursos online gratuitos y bajo demanda en plataformas, permite a cualquier persona acceder a capacitación de vanguardia en inteligencia artificial y otras tecnologías clave.

 A medida que avancen las tecnologías, las habilidades digitales serán cada vez más valoradas y se impartirán desde temprana edad en los colegios. En Chile, el Ministerio de Educación comenzó el año pasado un proceso de revisión curricular para incorporar contenidos relacionados a las tecnologías digitales, tanto en las asignaturas tecnológicas y analíticas, como de forma transversal. De esta manera, los estudiantes chilenos se convertirán en nativos digitales, con herramientas para enfrentar los desafíos de la futura era digital.

 Todas las industrias necesitan una fuerza laboral altamente calificada, capaz de mantenerse a la vanguardia y adaptarse rápidamente a los cambios. Por esto, es necesario generar un círculo de aprendizaje, donde se formen bases sólidas desde la educación básica, que los profesionales puedan reforzar y ampliar a través de capacitaciones continuas, de acuerdo a las necesidades de un mundo en constante evolución.

 Más allá de adquirir las habilidades técnicas demandadas por el mercado, es fundamental que la fuerza laboral experimente un cambio cultural y mental profundo. A medida que las tecnologías como la IA se integren en todos los ámbitos, las decisiones y operaciones deberán basarse cada vez más en datos y análisis impulsados por estas herramientas. Esto implica adoptar un enfoque de mentalidad abierta, dispuesta a cuestionar paradigmas establecidos y capaz de realizar cambios de forma ágil. La transición hacia una cultura de toma de decisiones basada en tecnología requerirá no solo capacitación técnica, sino también un cambio en la forma de pensar y operar.

 Los líderes y equipos deberán aprender a interpretar y actuar sobre la información proporcionada por sistemas de IA, fomentando una mentalidad analítica y orientada a datos. Este cambio cultural será crucial para aprovechar todo el potencial de la revolución digital y mantener la competitividad en un mundo cada vez más impulsado por la tecnología.